Celebramos el año nuevo chino (cualquier excusa es buena) yendo un sábado al mediodía de sidrería, por cierto, a la única que conocemos que también tiene horario de desayuno. Primera vez que coinciden en ella Ness y Edu (que hace 21 años que no va) y primera vez que la visitan los demás.
Asistentes: Tere, Johnny, Josetxu, Edu, y Nesss.
Excusan su asistencia Ana, Diego, y los dos valencianos. Con las bajas y altas
que ha habido, y para haber reservado hace 9 días, acabamos acertando con el
número final de asistentes reales.
De comer, una tortilla de bakalao grande y jugosa (¿quizá demasiado pálida?), bakalao frito en trozos pequeños con pimientos verdes, dos txuletones grandes ya cortados.... y con abundantes y ricas (aunque muy inesperadas) patatas fritas que las enterraban; Edu la lía con la segunda txuleta pinchando una larga tira de tres trozakos enlazados. De postre dos tipos de queso muy rico, cada uno partido en 4 trozos (¿¿pero no éramos 5??), membrillo, y nueces (que sirvieron para infligir sangrantes estigmas en la mano de Edu y para que practicaramos la alucinante apertura de nuez con golpe de codo sugerida por Johnny). Total, 167,20€ (unos 33€ cada). El detalle de las txuletas ya partidas y las patatas fritas no gustaron a los más puristas pero en general todo muy rico, buenas raciones y precio razonable.
De beber, las kupelas 7 y 9 estaban abiertas de continuo. La sidra rica y turbia, sobre todo nos gusta la 9. En cuanto al resto, el sidrero confía el abridor a su vecino de Urnieta y éste se encarga de abrir al resto, por lo que acabamos bebiendo de todas las que tenían sidra. En su defecto, abre alguna otra persona en quien delega, lo que provoca un toque de atención por parte del sidrero (y eso que nosotros nos portábamos bien). A Edu le maravilla lo rápido y raro que habla el abridor oficial en un euskera que sólo Nesss entendía. También nos encontramos con varios bilbaínos a los que vacilamos. La verdad que bebimos bastante. Nesss destaca yendo al baño varias veces, algo raro en él, que hace temer lo peor a Josetxu y Edu pero las nueces no llegan a la carretera... oops, queremos decir que la sangre no llega al río. ¿Hemos dicho ya que bebimos bastante? Josetxu descubre dónde no había que pisar mientras hace una foto a Edu. Y venga a abrir kupelas. Pedimos que esperaran a sacar la segunda txuleta y nos hacen caso... así que bebimos entretanto. Aunque hacía un frío helador, claramente estábamos a gusto allí. Estaba rica, la verdad. Algunos descubren que tras las kupelas había un bonito paseo aunque acceder a él obligaba a casi (o sin casi) gatear. Muchas fotos con las kupelas. Tanto ir a beber, los últimos trozos de la segunda txuleta se mandan calentar... pero el resultado no acaba de gustar (como era esperable). Sesión de fotos con las guadañas de la pared (sin descolgarlas) al estilo de la Matanza de Texas. Al final acabamos hablando con el sidrero que, preguntado sobre la cerda negra que tuvieron, responde que está en el congelador y a veces la van comiendo. Qué sano!... aunque alguna vez quizá demasiado sano: Nesss intenta preguntarle cómo son los desayunos pero no lo consigue pues arremete contra él por preguntar. También demuestra su "simpatía" por los vizcaínos (que por cierto llenaban la sidrería), especialmente los que no hablan vasco. Cuando Edu le pide un cuchillo para partir en varias porciones los 4+4 trozos de queso, le dice que ya lo han servido partido; al final trae el cuchillo pero sólo tras usar Edu lo mejor de su poder Jedi... en fin, que igual no nos caímos muy bien. Josetxu nunca le perdonará que no nos haya dado las galletas de la suerte junto con las nueces al ser el año nuevo chino. Pero, anécdotas menores aparte, la experiencia muy buena y nos deja ganas de repetir. Buena comida, rica sidra, y bonito pasillo de kupelas.